La Selección argentina de básquet sufrió una durísima derrota en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se despidió con una caída estruendosa ante Australia por 97 a 59. Facundo Campazzo, desconsolado, se largó a llorar en el banco de suplentes en los últimos minutos, cuando el partido aún estaba en juego, una señal de lo que fue el cuarto final.
Luis Scola, un símbolo del seleccionado, le puso punto final a su carrera a los 41 años: soñaba con despedirse en Tokio 2020 y así lo hizo, aunque, claro, no fue el partido que le hubiese gustado: “Estoy golpeado emocionalmente, el partido ya terminó. Se me vinieron todos los recuerdos de golpe, me voy en paz”. Compañeros, rivales, cuerpo técnico y árbitros aplaudieron al gigante argentino cuando Hernández lo sacó de la cancha en los segundos finales.
A excepción del primer cuarto Argentina se mostró sin ideas ni un plan de juego, con sus referentes por debajo del nivel esperado, un factor que ha condicionado todos sus partidos.
Luis Scola, el gran capitán argentino de 41 años, cerró con una dura derrota su participación en sus quintos Juegos Olímpicos. El mejor de su equipo en la primera fase, esta vez se quedó en solo 7 puntos.
El seleccionador Sergio Hernández lo cambió a falta de un minuto y los presentes en el Saitama Arena se pusieron de pie y aplaudieron al campeón olímpico en Atenas 2004, incluido el banco australiano.
FUENTE: R24N